Conceptos básicos
Semiótica:
Palabra procedente de la raíz griega Semeion (signo), puede ser definida como "la ciencia de los signos y de los procesos significativos (semiosis) en la naturaleza y en la cultura " Es el estudio de cómo el objeto será entendido por el "receptor" considerando su contexto social y natural.
Origen:
A la semiótica también se le conoce como Teoría de Signos, la que plantea el funcionamiento del pensamiento, estudiando el proceso cognitivo de los seres humanos. La semiótica establece y busca dar respuesta a cómo el ser humano conoce el mundo que lo rodea, cómo lo interpreta, cómo genera conocimiento y cómo lo transmite. Por lo que busca encontrar los mecanismos que lleven a establecer una relación de significado con algo; es decir puede tratarse de un objeto, una imagen, un sonido, un gesto, un gráfico, o una combinación de éstos. La semiótica ha sido objeto de estudio desde hace bastante tiempo, pero sólo hasta el siglo XIX comenzó adquirir la importancia, consistencia y dimensiones que tiene actualmente. Dos autores fueron los primeros en establecer el planteamiento de una línea de investigación sistemática, realizando sus estudios de manera independiente: El lingüista suizo Ferdinand de Saussure y el estadounidense Charles Sanders Peirce. Adicionalmente se ha podido comprobar que la semiótica surgió, casi simultáneamente, en tres países: Estados Unidos, con Charles Sanders Peirce, Unión Soviética, con Viesse-Iovski y Potiebniá y Europa Occidental, con Ferdinand de Saussure a finales del siglo XIX y principios del XX.
Semiótica peirceana (Charles Sanders Peirce)
Su foco de atención es el signo y el lenguaje no verbal
Semiótica estructuralista | Semiología (Saussure, Lévi-Strauss, Barthes, Greimas)
Su foco de atención son los signos verbales.
Semiótica rusa o semiótica de la cultura (Jakobson, Hjelmslev, Lotman)
Su foco de atención está en el lenguaje, la literatura, otros fenómenos culturales, el mito y la religión.
Lo que confirma la hipótesis de que la proliferación de mensajes, a través del lenguaje y los códigos iniciados desde de la Revolución Industrial, alcanzó, gradualmente, un grado de madurez a través de la reflexión, habiendo llegado a una "Conciencia semiótica". A partir de esta conciencia se verificó la necesidad de una ciencia en condiciones de suministrar instrumentos de cuestionamientos y métodos para entender los fenómenos del lenguaje.
Charles Sanders Peirce:
Era hijo de un reputado matemático de Harvard, se formó en química, fue también físico, astrónomo, estudió linguísitica, filosofía, historia y arquitectura. Era amigo de pintores y experimentador de vinos. Peirce era un científico, pero sobre todo un lógico que quería entender la lógica de las cosas. Estudiando los fenómenos a su alrededor creó la fenomenología que puede ser conceptualizada como cualquier cosa en la que esté, de algún modo y en cualquier sentido, presente la mente. Se puede clasificar en dos grandes áreas: una externa (un golpe en la puerta, un rayo de luz, un olor de jazmin) y otra Interna (dolor en el estómago, un recuerdo, expectativa o deseo).
Mientras vemos algunas películas con las que iniciaremos el curso, y
en preparación para realizar ejercicios de análisis de semiótica visual principalmente,
leamos esta carta de Roland Barthes a Antonioni. Anota los conceptos que te parezcan importantes.
Lettre de Roland Barthes à Michelangelo Antonioni
[Hiver 1980]
En cet an 2017, Roland Barthes aurait pu avoir 102 ans s’il n’avait pas été fauché par une camionnette d’une entreprise de blanchissage le 26 mars 1980 alors qu’il se rendait au Collège de France, quelques semaines après la lettre qui suit. Ce critique littéraire, ce sémiologue, directeur d’études à l’École des hautes études en sciences sociales et professeur au Collège de France était un amateur éclairé de cinéma. Il se plaisait à dire qu’il résistait à l’envoûtement d’un art qui, par ailleurs, le fascinait. Sa lettre à Michelangelo Antonioni évoque la « sagesse de l’artiste » qu’admire chez le réalisateur de Blow-up, l’auteur de Critique et Vérité.
Cher Antonioni…
Dans sa typologie, Nietzsche distingue deux figures : le prêtre et l’artiste. Des prêtres, nous en avons aujourd’hui à revendre : de toutes religions, et même hors religion ; mais des artistes ? […]
J’appelle sagesse de l’artiste, non une vertu antique, encore moins un discours médiocre, mais au contraire ce savoir moral, cette acuité de discernement qui lui permet de ne jamais confondre le sens et la vérité. Que de crimes l’humanité n’a-t-elle pas commis au nom de la Vérité ! Et pourtant cette vérité n’était jamais qu’un sens. Que de guerres, de répressions, de terreurs, de génocides, pour le triomphe d’un sens !
L’artiste lui, sait que le sens d’une chose n’est pas sa vérité ; ce savoir est une sagesse, une folle sagesse, pourrait-on dire, puisqu’elle le retire de la communauté, du troupeau des fanatiques et des arrogants. Tous les artistes, cependant, n’ont pas cette sagesse. […]
Cette opération terroriste s’appelle généralement le réalisme. Aussi, quand vous déclarez (dans un entretien avec Godard) : « J’éprouve le besoin d’exprimer la réalité dans des termes qui ne soient pas tout à fait réalistes », vous témoignez d’un sentiment juste du sens : vous ne l’imposez pas, mais vous ne l’abolissez pas. Cette dialectique donne à vos films (je vais employer de nouveau le même mot) une grande subtilité : votre art consiste à toujours laisser la route du sens ouverte, et comme indécise, par scrupule. C’est en quoi vous accomplissez très précisément la tâche de l’artiste dont notre temps a besoin : ni dogmatique, ni insignifiant. […]
La première fragilité de l’artiste est celle-ci : il fait partie d’un monde qui change, mais lui-même change aussi ; c’est banal, mais pour l’artiste, c’est vertigineux ; car il ne sait jamais si l’œuvre qu’il propose est produite par le changement du monde ou par le changement de sa subjectivité. Vous avez toujours été conscient, semble-t-il, de cette relativité du Temps. […]
Cher Antonioni, j’ai essayé de dire dans mon langage intellectuel les raisons qui font de vous, par delà le cinéma, l’un des artistes de notre temps. Ce compliment n’est pas simple, vous le savez ; car être artiste aujourd’hui, c’est là une situation qui n’est plus soutenue par la belle conscience d’une grande fonction sacrée ou sociale ; ce n’est plus prendre place sereinement dans le Panthéon bourgeois des Phares de l’Humanité ; c’est, au moment de chaque œuvre, devoir affronter en soi ces spectres de la subjectivité moderne, que sont, dès lors qu’on n’est plus prêtre, la lassitude idéologique, la mauvaise conscience sociale, l’attrait et le dégoût de l’art facile, le tremblement de la responsabilité, l’incessant scrupule qui écartèle l’artiste entre la solitude et la grégarité. Il vous faut donc aujourd’hui profiter de ce moment paisible, harmonieux, réconcilié, où toute une collectivité s’accorde pour reconnaître, admirer, aimer votre oeuvre. Car demain le dur travail recommencera.
Roland Barthes
Carta de Roland Barthes a Michelangelo Antonioni
[Invierno 1980]
En este año 2017, Roland Barthes podría haber cumplido 102 años si no hubiera sido atropellado por una camioneta de una empresa de lavado el 26 de marzo de 1980 mientras iba al College de France, unas semanas después de la carta que sigue. Este crítico literario, este semiólogo, director de estudios en la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales y profesor en el College de France fue un ilustrado aficionado al cine. Le gustaba decir que resistía el hechizo de un arte que, además, lo fascinaba. Su carta a Michelangelo Antonioni evoca la "sabiduría del artista" admirada por el director de Blow-up, el autor de Critique et Vérité.
Estimado Antonioni ...
En su tipología, Nietzsche distingue dos figuras: el sacerdote y el artista. Los sacerdotes, hoy tenemos que revenderlos: de todas las religiones, e incluso fuera de la religión; pero los artistas? [...]
Llamo a la sabiduría del artista, no a una virtud antigua, menos aún a un discurso mediocre, sino por el contrario, a ese conocimiento moral, a esa agudeza de discernimiento que le permite nunca confundir significado y verdad. ¡Qué crímenes no ha cometido la humanidad en nombre de la Verdad! Y, sin embargo, esta verdad era sólo un significado. ¡Qué guerras, represiones, terrores, genocidios, para el triunfo de un significado!
El artista sabe que el significado de una cosa no es su verdad; este conocimiento es una sabiduría, una sabiduría loca, se podría decir, ya que lo elimina de la comunidad, de la manada de fanáticos y arrogantes. No todos los artistas, sin embargo, tienen esta sabiduría. [...]
Esta operación terrorista se suele llamar realismo. Entonces, cuando dices (en una entrevista con Godard): "Siento la necesidad de expresar la realidad en términos que no son del todo realistas", justamente tienes una sensación de sólo significado: no puedes No lo impongas, pero no lo abolas. Esta dialéctica le da a tus películas (usaré la misma palabra otra vez) una gran sutileza: tu arte es siempre salir del camino del sentido abierto, y como indeciso, sin escrúpulos. Así es como logras la tarea del artista que nuestro tiempo necesita: ni dogmático ni insignificante. [...]
La primera fragilidad del artista es esta: es parte de un mundo cambiante, pero él también cambia; es banal, pero para el artista es vertiginoso; porque nunca sabe si el trabajo que propone es producido por el cambio del mundo o por el cambio de su subjetividad. Siempre has sido consciente, al parecer, de esta relatividad del tiempo. [...]
Estimado Antonioni, he tratado de decir en mi lenguaje intelectual las razones que hacen de usted, más allá del cine, uno de los artistas de nuestro tiempo. Este cumplido no es simple, usted lo sabe; Para ser un artista hoy es una situación que ya no es apoyada por la hermosa conciencia de una gran función sagrada o social; ya no se está llevando a cabo serenamente en el panteón burgués de las Luminarias de la Humanidad; es, en el momento de cada trabajo, enfrentarse en sí mismos a estos espectros de la subjetividad moderna, que son, cuando uno ya no es sacerdote, la lasitud ideológica, la mala conciencia social, la atracción y el disgusto.
El arte fácil, el temblor de la responsabilidad, el escrúpulo incesante que separa al artista entre la soledad y la sociabilidad. Por eso, hoy debe disfrutar de este momento pacífico, armonioso y reconciliado, en el que toda la comunidad se compromete a reconocer, admirar y amar su trabajo. Porque mañana volverá a empezar el trabajo duro.
Roland Barthes (énfasis mío)
A continuación, algunos textos, esquemas y resúmenes, de distintos autores, que hablan sobre los conceptos básicos de la semiótica
Introducción
(adaptado, con modificaciones menores para nuestro formato Web, de Introducción a la semiótica por Dr.Tanius Karam, Academia de Comunicación y Cultura, Universidad de la Ciudad de México: http://www.infoamerica.org/articulos/k/karam_cardenas.htm ; tanius@yahoo.com
El objetivo, es ofrecer una introducción a los fundamentos de la semiótica y sobre todo en su aplicación a los estudios de comunicación. Es un texto didáctico en el que se presentan algunos conceptos y autores; se resalta el uso del la información como una herramienta útil a aplicarse en distintos objetos de estudios. Es un documento [1] que quiere despertar el interés, promover la curiosidad y mostrar la pertinencia de marcos teóricos como instrumentos que nos da una visión cualitativa distinta de la realidad social y la cultura.
En esta lección introducimos una mirada de conjunto de algunos aspectos que faciliten la comprensión y uso de la semiótica para los estudios de comunicación social. La intención del trabajo es básicamente didáctica. No se ofrecen ideas ni interpretaciones originales; hacemos una recolección de información que lleva por finalidad facilitar el proceso de ingreso a los estudios de semiótica; si bien tiene como destinatario principal al estudiante de licenciatura, al investigador o estudiante de postgrado puede encontrar alguna utilidad como estrategias explicativas o perspectivas particulares de algún aspecto. Recuperamos una historia necesaria que ayude sobre todo a contextualizar y preconizar los
usos y sentidos que tiene para un profesional de la comunicación social el estudio de la semiótica. Este tipo de acercamientos a algunos estudiantes de comunicación que desean ventajas más o menos inmediatas para aplicar a su propia práctica, suele no ser de mucho agrado; sin embargo el caso de estos marcos teóricos es muy necesario, porque ellos permiten después interpretar y profundizar lo que se ve. Nada más útil que una buena teoría, reza el refrán popular. A ello hay que visualizar la teoría como un instrumento que nos ayuda a responder cuestiones prácticas, nos ofrece perspectivas distintas para responder a preguntas que nos hagamos sobre la realidad de los procesos de significación.
La importancia de la semiótica sobrevino como una parte del “giro lingü.stico” esto es la importancia que adquirió en la segunda posguerra el estudio del signo, código, lenguaje en situaciones concretas, en la vida cotidiana. Este “giro” tuvo dos grande momentos: el primero, fue la preocupación y ascenso de la lingü.stica de un área de conocimiento a una ciencia; el segundo cobra importancia el estudio de la sintaxis y la semántica en su relación con el uso de la lengua, el texto y la conversación en prácticas discursivas concretas. Este movimiento se vio acompañado por una evolución general que veía al mundo sobre todo en su dimensión simbólica. El fenómeno del lenguaje humano se contempló en el aspecto del contenido; entre tanto a partir de los sesenta se desarrolló una conceptualización completamente distinta que con el curso de los acontecimientos sólo más tarde vino a ponerse de moda: Se basaba en avances que a fines del siglo XIX y comienzos del XX se habían realizado en fonología, lingü.stica y estética. El problema de la interpretación había perdido el brío de proyección audaz y especulativa, cediendo el puesto a la del análisis; los análisis funcionales vinieron a ree mplazar la hermenéutica tradicional. Nadie osaba ya preguntar por la esencia del hombre; lo que ahora ocupaba la atención era su función específica en el contexto de determinados grupos culturales. No importaba tanto el aspecto
histórico en el mundo del hombre sino el carácter especifico de lo simbólico que se revela como un mundo de signos.
La institucionalización de la semiótica comenzó propiamente en los sesenta, como lo demuestra, por ejemp lo, la fundación en 1969 de la primeraAsociación Internacional de Semiótica [2]; supuso un nuevo enfoque y dinamismo a los estudios sobre el signo y el lenguaje que sobre todo se debatían en los estudios de lingüística y la filosofía, pero no en el seno de las disciplinas sociales. El arribo de éstas fue posterior, no antes de los [años] sesenta y fueron en primer lugar la historia y la política que usaron los enfoques lingüísticos y pragmáticos para sus propios objetos, para conocer lo “oculto” de sus prácticas sociales que comenzaron a entenderse como “discursivas” también.
¿Qué es la semiótica?
La semiótica se ha perfilado lo mismo como una teoría general de los signos que como el estudio de la significación y el sentido en ciertos contextos y fenómenos de comunicación. Ahí donde hay producción e interpretación de sis temas de signos la semiótica tiene algo que decir. La semiótica es el saber contemporáneo (aun cuando como veremos sus orígenes vienen de muy lejos) que específicamente pretende ocuparse del sentido; en otra acepción también se ve la semiótica como una teoría del signo (Cf. Ducrot y Schaeffer, 1998). Para Greimas y Courtés (1982) la semiótica es aquello que permite las operaciones de paráfrasis (explicar o interpretar “amplificativamente” un texto) o de trascodificación (traducir de un código a otro), aquello que fundamenta la actividad humana en tanto que es intencional. En el estudio de la semiótica es posible encontrar perspectivas más duras (fuertemente ancladas en modelos lógicos, semánticos) y otras más interpretativas y hermenéuticas que consideran al sentido no como dato cuantitativo, sino como una construcción (comunicativa y dialógica); no se trata pues de un objeto, sino de un proceso. En los medios de comunicación se obtuvo un campo muy rico de aplicación de la semiótica [3] al preguntarse
sobre los contextos modernos de la comunicación colectiva y muy especialmente en su relación con la cultura; en este enfoque (a diferencia de algunas posturas más duras para las cuales todo el sentido reside sólo en el mensaje mismo), es importante el punto de vista y la posición de los participantes.
Semiótica ¿para qué?
La semiótica ayuda a obtener un conocimiento cualitativamente distinto de los fenómenos de significación. Es un auxiliar necesario para conocer los procesos de significación de los contextos que no s interese estudiar. Un caso de cómo la perspectiva semiótica alentó y renovó el estudio de la comunicación colectiva es el ejemplo francés resumido muy claramente por Miquel de Moragas (Cf. 1976 1981: 142) el paso de la “ciencia del periodismo” a la “sociología de la información”, los aportes de Cazeneuce sobre la función de los medios y de ahí el salto cualitativo al enfoque
semiótico del Centro de Estudios de la Comunicación de Masas (CECMAS) formado en 1960 por el semiólogo Roland Barthes, el sociólogo George Friedmann (quien introdujo muchos aspectos de la sociología de la comunicación y la cultura de masas a Francia) y Edgar Morin, sicólogo y epistemólogo [4]. Para este grupo fue muy importante el conocer cómo se incorporan objetos de la vida cotidiana (sobre todo en los estudios del primero), la elección de temas de estudio como la actriz Brigitte Bardot o el “Tour de France”, la publicidad o el cine del sueco Ingmar Bergman.
Este primer proceso cristalizó en la formación de la revista Communications, la que no hubiese sido realizable sin una perspectiva semiótica que empezó a ser importante para estudiar la comunicación colectiva.” [5] Hoy podemos decir que la semiótica ayuda a los estudios de comunicación social como una herramienta, un marco conceptual y metodológico que le permite analizar los procesos de significación de las materialidades que nos interesen (códigos lingüísticos, visuales, auditivos, virtuales…). La semiótica ayuda al profesional de los medios (y de lacomunicación en general) a resolver preguntas sobre la estructura de los códigos, los niveles de significación, la articulación de las distintas materialidades, los fenómenos productores de sentido. La comunicación está hecha de signos y sistemas de signos; la semiótica es la disciplina que describe a los signos y sus sistemas, a la manera como se presentan en ciertas prácticas socio-culturales.
Interpretación y decodificación
La semiótica y sus aplicaciones contribuyen principalmente a la interpretación y decodificación de los mensajes; ello no excluye la producción, pero del conocimiento de la semiótica no necesariamente se hace un buen realizador o productor de mensajes ; sí en cambio la semiótica y su conocimiento genera un cambio cualitativo en las actividades del mundo de la comunicación dedicadas sobre todo al procesamiento de información, análisis crítico del contenido de los medios o el diseño de pedagogías para la educación de los medios, por citar algunas áreas. Además el nuevo conocimiento que la semiótica es capaz de producir puede tener una influencia decisiva en la actitud de los analistas sobre sus objetos y prácticas sociales.
En América Latina, parte de la resistencia hacia la semiótica viene, usualmente, del antiteoricismo en una región donde las urgencias sociales demandan soluciones más o menos accesibles y rápidas; o bien en contextos donde la comunicación se asocia casi de manera exclusivas con las industrias culturales de los medios, sus prácticas y necesidades. Ese teoricismo influye en la formación de una fobia contra todo lo que oliera a teoría semiótica, por la complicada jerga especializada y los malabarismo s conceptuales en los más altos planos de abstracción; este teoricismo nubló las perspectiva en lugar de ofrecer estímulo a la actividad intelectual (Prieto 1984). Otro problema muy común era pensar que usar la semiótica era aprender algunos modelos rígidos y aplicados con exigua utilidad en los objetos.
Semiótica o semiología
La información sobre los orígenes, historias y tendencias para el estudio de la semiótica, muestran como el mismo término posee genealogías distintas, horizontes muy diversos y usos diferenciados que pueden llegar a confundir a quién se inicia en estos temas. Aunque se trata de una diferencia ya muy superada, utilizar semiótica o semiología como términos equivalentes generó problemas durante un buen tiempo. Semiótica y semiología solían usarse como sinónimos que designaban una joven ciencia interdisciplinaria que estaba en proceso de constitución y que contenía, por una parte, el proyecto general de una teoría de los signos—su naturaleza, sus funciones, su funcionamiento— y por otra parte un inventario y una descripción de los sistemas de signos de una comunidad histórica y de las relaciones que contraen entre sí. La diferencia principal proviene de dos tradiciones distintas: el lingüista Saussure—y la tradición francesa—utilizan el nombre ‘semiología’; Peirce y la tradición estadounidense (y pragmática) utilizan el término ‘semiótica.’ La diferencia se torna un asunto mayor si tenemos en cuenta que, en la concepción del lingüista suizo la semiología es dicotómica; mientras que es triádica en la del filósofo estadounidense.
Esto genera abordamientos de los objetos de estudio distintos, porque
de hecho los métodos que usaron ambos autores no fueron iguales
Mas allá de la teoría pura (y dura) en Comunicación y en Diseño nos interessus aplicaciones, sus modos de comportamiento; el signo no es solamente un elemento que entra en el proceso de comunicación, sino que es una entidad que forma parte del proceso de significación (Eco, 1994: 22); no se puede estudiar al signo fuera del proceso de comunicación
[1] Mexicano. Doctor en Ciencias de la Información por el Departamento de Periodismo III Facultad de Ciencias de la Información, Universidad Complutense se Madrid.
Es profesor e investigador en el Departamento de Comunicación y Cultura en la Universidad de la Ciudad de México. Sus áreas de estudio son el análisis del discurso aplicado al periodismo escrito y la convergencia entre texto literario y periodístico. Actualmente realiza estudios discursivos sobre cronistas -periodistas, crónica periodística y la ciudad de México. Es colaborador de suplementos culturales en varias revistas principalmente mexicanas sobre temas de literatura y periodismo. Un listado de links donde el lector puede encontrar varios trabajos sobre estos temas del autor, en línea, disponible en http://www.infoamerica.org/articulos/k/karam_cardenas.htm
[2] Se puede encontrar algunas información sobre International Association for Semiotic Studies en s u página web. En línea Agosto 2004. Disponible en http://www.uni-ak.ac.at/culture/withalm/semiotics/AIS/8IASS/
[3] Aunque no creemos que sea el único de pertinencia para el estudiante de comunicación.
[4] Algunos rasgos general de su vida y obra pueden verse en http://www.complexus.org/garcia/edgar.htm [En línea, agosto 2004]
[5] En la entrevista a Eliseo Veron (que se encuentra en las entrevistas de este Portal de Comunicación), se pueden encontrar detalles a estos primeros años en la historia de la semiótica francesa en la década de los sesenta. Ver Teoría del discurso y estudios semióticos: un recorrido del Paris de los ’60 a nuestros días. En línea agosto 2004. Disponible enhttp://www.portalcomunicacion.com/esp/pdf/aab_ent/veron.pdf